Una mujer mayor, amable y adorable camina dentro de un aeropuerto de Estados Unidos. Conoce todos los trucos para viajar en avión sin gastar un centavo, y si no le funcionan simplemente sonríe, pide disculpas y se marcha esperando por una nueva oportunidad. Es conocida por las autoridades como una «polizón en serie» que ha logrado recorrer el mundo, sin siquiera contar con una tarjeta de embarque, o identificación durante casi dos décadas.
La estadounidense Marilyn Hartman tiene 69 años, y un increíble e inagotable talento para engañar a las autoridades aeroportuarias. Al punto tal que logró acceder a 30 vuelos de manera gratuita apelando a su simpatía. Sin embargo, parece que sus días de gloria en los cielos llegaron a su fin.
Este martes fue arrestada cuando se disponía a tomar un vuelo en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago, en lo que fue una nueva violación de una libertad condicional, en este caso por un arresto previo en el año 2018. Ahora la justicia planea juzgarla por un delito grave para que ya no pueda volver a escabullirse entre los aviones.
A pesar de su largo historial, Hartman afirmó que no es una «mente maestra del crimen». En diálogo con CBS2, la mujer relató que sus aventuras comenzaron en el año 2002. Sí, cuando los controles para los pasajeros aumentaron sus exigencias tras el atentado a las Torres Gemelas en 2001, ella inició sus fintas aeroportuarias.
«La primera vez que pude pasar, volé desde Chicago a Copenhague», dijo la mujer. «La segunda vez que volé a París«. En su país realizó varios viajes internos, con visitas a ciudades como Seattle, Phoenix, Filadelfia, Atlanta o Jacksonville. Un fiscal la definió como «persistente, si no implacable».
Según informó el Daily Mail, la mujer confesó a la Justicia en Estados Unidos que simplemente caminaba entre los otros pasajeros, pasando de un control al otro hasta llegar a la sala de espera. Luego ingresaba al avión y buscaba un asiento donde ubicarse sin ser descubierta.
«Lo que tengo que decir es que nunca he podido subirme a un avión sola. Siempre me dejaron pasar. Me refiero a que pude pasar por las líneas de seguridad sin una tarjeta de embarque», declaró con cierto orgullo sobre sus engaños recurrentes.
Doce años después de haberse subido a un avión sin pagar ni un dólar, tuvo su primer altercado con la justicia. En agosto de 2014, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, las autoridades la detuvieron después de haber volado desde San José sin boleto.
Un juez la dejó en libertad condicional pero al día siguiente estaba de regreso en el aeropuerto de Los Ángeles. La policía volvió atraparla, y esa vez la Justicia la condenó a seis meses de prisión.